El pasado sábado se celebró en la localidad alavesa de Okondo la tercera fiesta del Txakolí alavés donde estuvieron las siete bodegas que componen el Territorio Histórico.
Una fiesta in crescendo y muy cercana y familiar. Julian Iantzi el presentador del acto, nada tenía que ver con su papel "de duro" en el conquistador del fin del mundo. Estuvo acompañado por Angel el encargado del purgatorio que al final la fiesta realizó una carrera en canzoncillos y no lo hizo en piel natural porque nadie ofreció 200 euros solicitados por Julian.
El presidente del consejo Regular, el Gerente, miembros de la Asociación participaron de un día sin par.Los txakolis todos muy diferentes y complejos. Una bodega presentó un ojo gallo que estuvo bastante solicitado.
El bonito asado a las brasas con un aceite extraordinario hablaba solo, estaba extraordinario.
Por un precio módico, los asistentes regresamos comidos a casa y con un recuerdo, la preciosa copa que por 4€ había que adquirir para luego poder degustar todos los txakolis que cada cual quiso probar.
Para el recuerdo dejo unas fotografías, con mi maravillosa cámara, que pronto la voy a regalar porque, como se suele decir: la afición supera la realidad.
Un día que se caminó por lo diferente en una jornada eminentemente enogastronómica y la diferencia marcó la distinción.
Cada año poneís el listón más alto. Hasta el próximo año.
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